Yady Vanessa Fernández Bravo (Palmira, Colombia, 13 de marzo de 1992), es una ciclista colombiana de ciclismo amoldado en las formas de Pista y Ruta. categoría C2. Obtuvo Bronce en la prueba de persecución individual, plata en la prueba 500 metros y Bronce en la Prueba de Ruta de los Juegos Deportivos Paranacionales Bolívar 2019. En el pasado se desempeñó asimismo como futbolista profesional, como frontal de la Selección Canarias (España) del año 2007 al 2011 y Pre Selección Colombia en el año 2011.
Yady Vanessa Fernández Bravo antes de ser ciclista era futbolista profesional.
Su pasión por el fútbol nació a los 6 años. A ella le gustaba mucho el deporte. En ese entonces no sabía si inclinarse por el fútbol o por el atletismo, porque le agradaba correr. Finalmente se decidió por el primero debido su pasión por la pelota y por todo lo que uno podía hacer en ese deporte.
Cuando su mamá, Selene Bravo, decidió irse para España a buscar mejores oportunidades de trabajo para sostener a su única hija tras la desaparición de su marido, Yady se fue a vivir con una tía al Kilómetro 30, y allí nació su pasión por el fútbol. Entonces comenzó a entrenar con un instructor, luego adiestraba en el colegio y después salía a jugar a la cancha. De esa temporada tiene varias medallas que ganó en el instituto Rafael Núñez, donde estudió. Empezó en el equipo llamado «Kilómetro 30,» siempre entrenando con hombres, como la única pequeña.
En el año 2005, a sus 13 años, Yady se fue para las Islas Canarias, donde estaba su mamá, y allí empezó a divertirse en un equipo femenino que apenas se estaba conformando, el Unión Deportiva Balos. Como ella no tenía la edad bastante para estar con las “Senior”( equipo de categoría B,) entonces jugaba en categoría Infantil. Sin embargo, debido a su talento con el balón había noches en que la llamaban del equipo Senior a fin de que jugase con ellas. En esa temporada jugaba los partidos del Infantil en la mañana y los del Senior en la noche del mismo día.
Saber que contaban con ella era muy satisfactorio. Sus compañeras del equipo Infantil iban a verla jugar los partidos Senior. En ese equipo dio su primer salto a la Selección Canarias, en la categoría Infantil. Luego en el año 2007 pasó al equipo Playa del Hombre, escuadra en la que jugaba en cancha de sal. Era una categoría más alta, para la que ella no estaba lista en ese instante. Cambió entonces de equipo al Club Deportivo El Achamán, donde pudo medrar mucho más orgánicamente como futbolista, llegando a formar parte de la Selección Canarias, donde estuvo del año 2007 al 2011.
En el 2010 Yady viajó a Colombia, exactamente a Santander de Quilichao, donde vivía su abuela, y allí ingresó a un equipo de fútbol con la iniciativa de poder seguir adiestrando. Aunque nunca jugó en un equipo profesional colombiano, esa experiencia logró que la viese un entrenador y la convocara para Preselección Colombia Sub 17, en el año 2011. Fue a los adiestramientos y a la preselección pero nunca llegó a divertirse un partido oficial. Sin embargo, alcanzó a entrenar con jugadoras resaltadas como Yorely Rincón (Inter de Milán), Carolina Pineda (América de Cali), Carolina Arias (Atlético de Madrid), Ingrid Vidal (Club Llaneros), Carmen Rodallega (Deportivo Cali), “Las Chicas Superpoderosas” de la gloriosa Selección Colombia Femenina de Fútbol que clasificó por primera vez a un Mundial, Alemania 2011.
Después de eso Yady regresó a las Islas para finiquitar sus estudios, ya que su mamá era una persona muy riguroso en ese sentido. En ese tiempo Yady se lesionó el isquión y el menisco de la pierna izquierda, lesión que debió operarse, y de la que se recuperó rápidamente. Debido a su lesión la clasificaron de nuevo en una categoría menor en el equipo y perdió la conexión con la Selección Canarias, donde jugaba el Torneo Nacional Español.
El 16 de febrero del 2014, a sus 21 años de edad, siendo delantera del Club Deportivo Achamán en Canarias, Yady estuvo implicada en un siniestro vial en Guayaquil, Ecuador, donde se encontraba de vacaciones. Esa tarde salió a montar en motocicleta con su primo y un conductor en estado de embriaguez los atropelló. Allí, perdió su pierna izquierda y su primo Ramiro falleció. “Perdí una sección importante de mi cuerpo pero no perdí las ganas de vivir.” Dijo ella en la clínica. Estuvo bastante tiempo en el hospital, donde fue doblegada a ocho cirugías: Tres para la pierna, 2 para arreglar órganos internos que quedaron lesionados, y tres transfusiones de sangre.
Su familia durante ese impase fue primordial, realizando esfuerzos como ir a Ecuador a estar con ella en una temporada en la que no había varios recursos económicos en el hogar. Cuando se encontraba a puntito de salir de la hospitalización ella creía que lo peor ahora había pasado, y se encontraba lista para recibir su prótesis, pues se encontraba agotada de usar muletas y deseaba comenzar a correr, y a hacer deporte. El 13 de marzo de ese año la llamó Gina Parody, en ese entonces directora del Sena, ofreciéndole una prótesis, y un equipo de rehabilitación, estadía y manutención en Bogotá, donde ella viajó sin pensarlo a empezar su proceso. La prótesis que le regalaron, que costaba 73 millones de pesos, le servía para caminar, pero no para practicar deporte. Entonces se hicieron campañas en todas partes, introduciendo sus compañeras del Achemán de Canarias, quienes hicieron una campaña de recolección de tapas de plástico, y múltiples donaciones que recibió de colombianos en el exterior, para hallar la prótesis biónica que le permitiría regresar al deporte.
Al principio fue duro regresar a casa. La gente la miraba y se secreteaban, y eso la llenaba de rabia. Pero luego se percató de que el impacto de la gente se debía a que ella era antes era una figura pública, era futbolista, y entonces empezó a bajar la guardia. Siempre quiso estar en el instante en el que está hoy en su historia, poder pasar por ese momento bien difícil y poder estar en la calma, la paz, la aceptación, quererse mucho y continuar saliendo adelante, por el hecho de que le es necesario mucho por llevar a cabo, dice ella.
El ciclismo entró en la vida de Yady en el año 2015, tras un periodo de “mentalidad pobre” en el que ella no quería nada y no sabía qué estimar de la vida. Yady eligió ciclismo por sobre otros deportes por el hecho de que le dijeron que con el deporte de las bielas podía viajar por el planeta, pero no sabía que el ciclismo era tan duro, no sabía a qué se iba a combatir. Esa dureza hizo que se desmotivara para entrenar, ideaba excusas para no proceder a entrenamientos. Pero llegó un momento en que ella misma se sacudió, y empezó a enfrentar los desafíos. Comenzó a ir de Palmira a Cerrito, un recorrido de 26 Kilómetros, y comenzó a montar en grupo lo que siempre y en todo momento incentiva más. Una vez decidió ejercer el ciclismo con especialidad, en 4 meses ahora estaba con Selección Valle. Su primera carrera fue en Bucaramanga, una carrera muy difícil donde quedó de segunda tanto en Pista como en Ruta. En el velódromo fue muy duro porque ella era muy novata, y era la primera oportunidad en una pista de pavimento donde temía desplomarse y salir lesionada. Cuando vio que la llanta se pegaba, como absorbida por el pavimento, tuvo mucha seguridad, y quedó de segunda en la rivalidad. En esa época estaba rivalizando contra Carolina Munévar de Boyacá, y Leidy Ramírez de Cundinamarca.
En esta época Yady se especializa en 500M y 300M detenidos en la Pista, dada su capacidad y agilidad, exactamente la misma se desempeña en las pruebas de Fondo y Contrarreloj en la Ruta. “Quiero ser grande en el ciclismo.” dice Yady. “El ciclismo es como para gente de otra galaxia, y yo deseo ser de otra galaxia asimismo.” Desde que inició en este deporte, Yady ha estado en más o menos 8 competencias, pues el paraciclismo tiene un calendario muy limitado, 1 o 2 justas al año en la que se incluyen Pista, Ruta y CRI. “En el paraciclismo aprendí lo que el fútbol no me enseñó, llevar el cuerpo al máximo en la competencia, el fútbol es más pasivo tiene intervalos de reposo, como faltas, apoyos con los compañeros al tiempo que el ciclismo no, es dependiente de uno; aquí es más duro competir, se hace a un solo ritmo. Las ganas de competir no las pierdo y quiero continuar para llegar lejísimos”
Lo mucho más duro que le ha pasado en el ciclismo fue cuando en el año 2018 le birlaron la bicicleta en el parqueadero del Velódromo Alcides Nieto Patiño en Cali. La policía estuvo implicada en el tema pero no se llegó a nada. Yady publicó su caso en las redes sociales pidiendo asistencia para volver a poner su bicicleta y la Gobernadora del Valle a los pocos días le dio una exclusiva bicicleta con la que ha podido proseguir adiestrando.
En el 2019 en los Juegos Deportivos Paranacionales participó en la prueba de Ruta en Cartagena, donde consiguió la medalla de bronce. Fue una carrera dura, pero con buenas experiencias, porque nunca antes había logrado una diferencia tan corta con sus contendoras Leidy Ramírez y Carolina Munévar. Antes en rivalidad las diferencias eran de por lo menos de 15 minutos; esta vez la diferencia solo fue de cinco. En la prueba de 500Mts en Pista no ganó, pero consiguió un enorme tiempo y aprendió cuál es la capacidad donde tiene que trabajar. Además, ese día se encontraba allí Jaime Silva Barreto, el Gerente de la Comisión Nacional de Paracycling, quien le dijo que la necesitaba en Selección Colombia de esa disciplina.
En eso llegó la pandemia y el ritmo de entrenamiento cambió. Durante la cuarentena entrenó en casa lo que pudo, sabiendo que hay cosas que solo se tienen la posibilidad de entrenar en el velódromo.
En el año 2020 Yady se prepara para correr en una rivalidad de Ciclomontañismo por primera vez en su vida, lo que abre una nueva oportunidad para su trayectoria ciclística. Además de entrenar, Yady hoy en día trabaja con las Escuelas Deportivas para la Paz, de Indervalle, como monitora del programa; su tarea radica en dar hablas motivacionales a la niñez de la región que comienza a hallar en el deporte otra razón para vivir. Durante la cuarentena, participó en los programas virtuales Ciclovida de Cali para ejercitarse en casa. Este programa se enmarca en la estrategia ‘Activa tu cuerpo en casa’ de la Alcaldía de Santiago de Cali.
Cuando le preguntan sobre la inclusión en la educación, Yady responde: “La inclusión es muy importante, saca a la gente del estado de oscuridad en que puede estar.” En el futuro Yady planea estudiar trabajo social para ayudar a quienes tienen dificultades como aquellas que ella ha debido afrontar.