Beñat Intxausti Elorriaga (Múgica, Vizcaya, 20 de marzo de 1986) es un ciclista español que fue profesional entre 2007 y 2019. Actualmente radica en Amorebieta-Echano.
El 20 de enero de 2020 anunció su retirada tras 13 años como profesional.
Natural de Múgica, en su infancia combinaba el ciclismo (en verano) con el fútbol (el resto del año, en las filas del Gernika Sporting de la vecina y más poblada localidad de Guernica y Luno).
La afición de Intxausti al ciclismo tenía su origen en su tío Jon Elorriaga, ciclista amateur en el equipo Iberdrola, filial de la ONCE de Manolo Saiz y donde coincidió con Alberto Contador. Así, fue su tío Jon quien le regaló su primera bicicleta, una Mendiz que antes había pertenecido a Lander Euba, también de Muxika y que llegó a ser profesional con Euskaltel-Euskadi.
En categorías inferiores corrió en las filas de la S. C. Amorebieta de Amorebieta-Echano. Los jóvenes corredores como él entrenaban con sus bicicletas dando vueltas a la pista de atletismo de la localidad. Intxausti tomó parte por primera vez en una carrera (que se disputaban en sábados y domingos) en Gallarta, con once años (en categoría alevín), animado por sus familiares.
Cuando tuvo que decidirse entre el fútbol y el ciclismo, al llegar a cadetes, optó por el ciclismo. Los equipos de cadetes y júniors de la entidad de Amorebieta en los que correría estaban patrocinados por Iberdrola y Umpro-Bizkargi respectivamente.
En 2001, en su primer año como cadete, rozó el podio en un par de ocasiones siendo cuarto en sendas pruebas. En 2002 logró subir al podio en Carranza al hacerse con el tercer puesto.
En el invierno 2002-2003, ahora en categoría júnior, disputó múltiples carreras de ciclocrós, ganando en Idiazábal y subiendo al podio en cinco oportunidades mucho más, incluyendo un subcampeonato de Euskadi (primero entre los de primer año). Ya en ruta, la temporada 2003 incluyó cuatro puestos de podio (siendo segundo en la Bizkaiko Itzulia, la vuelta por etapas vizcaína), una cuarta parte sitio en el campeonato de Euskadi contrarreloj y una quinta parte puesto en su carrera de casa en Múgica.
En el invierno 2003-2004, ahora como júnior de segundo año, subió al podio en cuatro ocasiones y fue quinto en el campeonato de Euskadi y noveno en el de España. En la ruta, 2004 sería el año de su consagración al conseguir cuatro victorias (Portugalete, Sopelana, Galdácano y Zalla) y subir al podio en ocho oportunidades más: 4 veces segundo, subcampeonato de Vizcaya en ruta inclusive, y tercero en otras 2 carreras; fue además tercero en sendas etapas de las vueltas júnior a Vizcaya y Valladolid (en las que concluyó sexto y séptimo respectivamente).
Por otra parte, asimismo asistía todos los años a presenciar desde las cunetas del alto de Montecalvo (ubicado en Múgica) la Klasika Primavera, una carrera de expertos estructurada por la S. C. Amorebieta a la que él pertenecía. Por aquella época su ídolo era el vizcaíno Mikel Zarrabeitia, quien llegó a ganar la prueba en 1997.
Dio el salto al campo aficionado en el equipo Seguros Bilbao dirigido por Xabier Artetxe. Años después, siendo ya Intxausti profesional, Artetxe le recordaría como un ciclista ambicioso y con una «clase» que afirmaba le hacía recordar a David Etxebarria.
En 2005 ganó el Torneo Lehendakari que distingue al mejor ciclista de 19-20 años del ciclismo principiante vasco-navarro y fue segundo en el Torneo Sub-23. Para ello, ganó la carrera de Elorrio y una época de la Vuelta a Salamanca, aparte de subir al podio en nueve ocasiones mucho más (4 veces como segundo y cinco veces como tercero).
En el posterior invierno (2005-2006) volvió a disputar múltiples carreras de ciclocrós, siendo su mejor puesto el tercer rincón logrado precisamente en Muxika, su trayectoria de casa, en la que fue además el más destacable sub-23.
En 2006 fue el corredor con mucho más victorias del equipo, con ocho: Hospitalet, Subida a Gorla, una etapa en la Vuelta al Bidasoa, Beasain, Campeonato de Euskadi contrarreloj sub-23, Campeonato de Vizcaya contrarreloj sub-23, Mañaria y Llanera. Sin embargo, la temporada dejó un gusto agridulce debido a una caída en la Vuelta al Bidasoa, que le impidió batallar por la general en la prestigiosa ronda amateur guipuzcoana.
Intxausti también participó por primera vez en varias carreras profesionales de categoría Continental a través de la selección de españa sub-23, produciéndose dicho estreno en la Clásica de Alcobendas que ganó Jan Hruska (3 Molinos Resort), y en la que finalizó 102º. También corrió la Clásica Txuma, donde fue quinto, siendo el más destacable de los no expertos en una carrera ganada por Mijaíl Ignátiev (Tinkoff Restaurants) con mucho más de ocho minutos respecto al grupo tras una fuga de 90 km. Asimismo, en el mes de septiembre disputó el Tríptico de Barragues, una carrera belga de categoría Continental en la que participaban tanto equipos expertos de categoría Continental como selecciones nacionales con jóvenes valores neoprofesionales o (como en el caso de Intxausti) aficionados a punto de ofrecer el salto al profesionalismo. En esa selección se encontraba entre otros el profesional Diego Milán (Grupo Nicolás Mateos), con quien ahora sabía que coincidiría la próxima temporada en su salto al campo profesional.
Pocos días después el seleccionador español Paco Antequera confirmó que Intxausti sería uno de los corredores españoles que participaría en el Campeonato del Mundo sub-23 que se festejaría en Salzburgo, donde tendría libertad para moverse en carrera. En su debut en la cita mundialista fue 62º, dentro del conjunto principal que llegó a 5″ de los escapados entre los que estaba el ganador Gerald Ciolek, siendo de esta manera entre los tres únicos corredores españoles que lograron finalizar la prueba.
Tras su gran año como principiante, Intxausti se transformó en un corredor esperado por múltiples equipos profesionales. Finalmente fichó por la composición de Mauro Gianetti y Joxean Fernández «Matxín», que contaba con un equipo ProTour (Saunier Duval) y otro Continental (Nicolás Mateos), tras negociar dicha incorporación con Sabino Angoitia, uno de los directores auxiliares de Matxín.
De ese modo quedó descartado su fichaje por la estructura de la Fundación Euskadi dirigida por Miguel Madariaga, que contaba asimismo con un equipo ProTour (Euskaltel-Euskadi) y uno Continental (Orbea), y que mostró su «desilusión» porque cuando trató de fichar al agradable vizcaíno el representante de éste, Xabier Artetxe, no respondió y el corredor ahora había firmado con otro equipo.
Debutó como profesional en el año 2007 con el equipo Grupo Nicolás Mateos de categoría Continental, filial del Saunier Duval-Prodir de categoría ProTour. A lo largo de la temporada participó en diversas carreras españolas de categoría Continental enmarcadas en el UCI Europe Tour, incluida la Klasika Primavera organizada por la S. C. Amorebieta.
Ese año fue quinto en la general del Tour del Porvenir, a 1’32» del ganador Bauke Mollema. Su mejor momento se causó en la séptima jornada con final en el prominente de Super-Besse que ganó Dario Cataldo, y donde fue tercero tras haber efectuado un ataque. Meses antes había sido también quinto en La Côte Picarde, en la que concluyó a 11″ del vencedor Simon Špilak. Ambas carreras formaban parte del calendario de la Copa de las Naciones UCI sub-23.
Poco después tuvo protagonismo en el Mundial sub-23, merced a una fuga junto a otros cinco corredores que fue neutralizada a 4 km de meta.
En 2008 se estrenó con el equipo Saunier Duval-Scott, de categoría ProTour, en el Tour de San Luis festejado en Argentina, siendo segundo en la etapa reina que ganó el venezolano Carlos Ochoa por seis segundos. Su ataque no fue bien recibido por Frank Schleck, quien le increpó en misión, resolviéndose finalmente la discrepancia en el hotel tras ofrecerle Intxausti su visión de lo sucedido. Poco después se produciría su debut en una carrera del máximo nivel, al formar parte en la París-Niza.
El corredor vasco corrió además varias carreras disputadas esa primavera en rutas vascas. Así, en el mes de abril disputó la Vuelta al País Vasco, en la que finalizó siendo un discreto 83º. Un día después del final de la ronda vasca de categoría ProTour conseguiría ser noveno en su carrera de casa, la Klasika Primavera, al llegar en el conjunto primordial que acabó a 12″ del cuarteto cabecero. El corredor destacó además el buen ambiente existente en el equipo, como sus gracietas con el veterano Leonardo Piepoli.
En junio corrió la Euskal Bizikleta (la otra vuelta por etapas vasca, aunque de menor entidad), que según su director Joxean Fernández «Matxín» había de ser uno de sus enormes objetivos para ese año. En esa carrera se impuso su compañero de equipo Eros Capecchi merced a una victoria en la etapa final con misión en Arrate, etapa que Intxausti no llegó a acabar.
A lo largo de la temporada siguió estrenándose en carreras ProTour como la Flecha Valona, la Vuelta a Suiza (donde llegó fuera de tiempo en la cuarta etapa) y el Tour de Polonia, si bien sin llegar a debutar en ninguna de las tres grandes vueltas.
La temporada del equipo estuvo marcada por los dos positivos por CERA registrados en el Tour de Francia por la parte de sus dos principales estrellas, los italianos y compañeros de habitación Riccardo Riccò y Leonardo Piepoli. Ese doble caso de dopaje, calificado por Intxausti como «un palo grande» que le afectó, motivó que la compañía Saunier Duval abandonara el patrocinio de la formación, que en los meses restantes pasó a nombrarse Scott-American Beef.
La escuadra fue excluida de la Vuelta a España por los sucesos protagonizados por sus estrellas en la Grande Boucle.
Además, las dificultades para localizar patrocinadores para la siguiente temporada tras ese doble positivo dejaron el futuro de la formación en entredicho. La ausencia de un patrocinador para 2009 hizo que los administradores diesen independencia a sus corredores bajo contrato para que tengan la posibilidad de firmar por otra escuadra, permitiendo así la marcha de José Ángel Gómez Marchante.
Finalmente los responsables del equipo consiguieron los patrocinadores necesarios para seguir en el pelotón en 2009, rebautizando la capacitación bajo el nombre Fuji-Servetto. Pese a que sostenía la licencia ProTour, la escuadra tenía un presupuesto reducido y una plantilla sin grandes nombres, que se vio lastrada además por diversos inconvenientes físicos con apariencia de lesiones o enfermedad. El propio Intxausti se fracturó la clavícula derecha en la Vuelta a Castilla y León, recuperándose eficazmente y sin necesidad de pasar por el quirófano de una lesión que no obstante le impidió formar parte en la Vuelta al País Vasco, uno de sus enormes objetivos del año.
El equipo tuvo además dificultades para acudir a las primordiales carreras del calendario después de los escándalos de dopaje protagonizados por los positivos de sus principales estrellas en las últimas ediciones del Tour: Mayo en 2007 por EPO, Riccò y Piepoli en 2008 por CERA. ASO, empresa organizadora de la Grande Boucle, excluyó por ese fundamento a la capacitación de carreras como la París-Niza (resolución recurrida ante el TAS, que dio la razón a ASO) y el Tour de Francia. El equipo sí pudo participar no obstante en el Giro de Italia, después de que la organizadora RCS decidiese por último aceptar a la escuadra (tras haber desechado el TAS las exclusiones efectuadas para sus carreras anteriores Tirreno-Adriático y Milán-San Remo), aunque el convaleciente Intxausti no fue uno de los nueve seleccionados por sus directores para tomar partido en la ronda italiana.
En su vuelta a la competición tras casi un par de meses de parón corrió la Volta a Cataluña y la Dauphiné Libéré sin resultados destacados, para acabar junio con un quinto puesto en el Campeonato de España con final en el puerto de El Soplao. Poco después, mientras que se corría el Tour, otro compañero se vio de nuevo envuelto en un caso de dopaje: Ricardo Serrano había dado positivo, también por CERA. Tras el parón obligado en julio por el veto del Tour, en agosto fue quinto en la Subida a Urkiola tras publicar múltiples asaltos, en una carrera que ganó Igor Antón. Pocos días después fue séptimo en la Vuelta a Burgos.
En la Vuelta a España. En la 10ª etapa atacó en la Cresta del Gallo, último puerto del día, en una cabalgada que le sirvió para exceder a Alexander Vinokourov y alcanzar al fugado Linus Gerdemann, siendo los dos cabeza de carrera con 30″ sobre el pelotón al paso por la pancarta de la cima. Sin embargo, en el peligroso descenso rozó la caída y padeció un pinchazo en su rueda trasera por la piedrilla que se encuentra en la carretera, viéndose obligado a echar pie a tierra y perdiendo así sus opciones de victoria. Intxausti, que creía que su renta podía haber sido bastante para ganar en la misión de Murcia, dejó patente su frustración lanzando la rueda pinchada unos metros cuando esperaba al vehículo de su equipo mientras veía impotente de qué forma era sobrepasado por el pelotón. Gerdemann sufrió una caída en ese mismo descenso, y la victoria fue por último para Simon Gerrans. Posteriormente intentó estar cerca de los favoritos de la general en etapas de montaña como la de La Pandera. Su primera participación en una gran vuelta concluyó con un 60º rincón en la clasificación general.
La bien difícil situación del equipo logró que Intxausti buscara su salida del mismo para fichar por el Euskaltel-Euskadi, que había manifestado su interés por fichar al corredor tras la tentativa errada de tres años atrás, comprometiéndose a guardarle una plaza en la capacitación si conseguía desvincularse de la escuadra de Matxín, con la que le quedaba un año de contrato. Finalmente el ciclista llegó a un acuerdo con los líderes de la capacitación cantabria, e inmediatamente después se anunció oficialmente su fichaje por el equipo naranja. Otros corredores relevantes, como Juan José Cobo y David de la Fuente, dejaron asimismo el equipo para pasar a otras escuadras ProTour, en su caso el Caisse d’Epargne y Astana respectivamente.
La presentación oficial de Intxausti como nuevo corredor del Euskaltel-Euskadi se causó el 29 de octubre en el Aula Pedagógica de la Fundación Euskadi en Derio. Aunque la idea de Intxausti y de Miguel Madariaga (máximo responsable del equipo) era firmar un contrato por dos temporadas, el agente del corredor impuso que el contrato fuera por una sola temporada.
Ya integrado en su novedosa formación, a lo largo del invierno se anunció que iría a la Vuelta a España al lado de Igor Antón (jefe de filas para dicha carrera), y asistió al velódromo de Anoeta para afinar su posición aerodinámica para las contrarrelojes.
Su estreno se produjo en la Challenge de Mallorca y París-Niza. Posteriormente fue décimo en el Critérium Internacional disputado en Córcega, donde destacó su ascensión a L’Ospédale tirando de su jefe de filas Samuel Sánchez, así como su quinto puesto en la crono final, mejor que Samu (quien sin embargo concluyó cuarto en la general).
En la Vuelta al País Vasco, la carrera de casa del equipo, fue segundo en la general final, sólo superado por Chris Horner. En la primera etapa atacó en la ascensión a Putxeta-Las Calizas, formándose un conjunto de preferidos con el que llegaría a la meta de Ciérvana, al revés que el teorético jefe de filas del grupo naranja Samuel Sánchez, pasando de esta forma a ser la partida primordial del equipo de cara a la clasificación general. Tras ceder pocos segundos en ámbas etapas de montaña (de las cuatro siguientes) con finales en Arrate y en Orio (tras subir Aia), en la contrarreloj final de Orio pudo rematar su actuación superando a Joaquim Rodríguez y Jean-Christophe Péraud (tercero y cuarto respectivamente) para auparse al tercer puesto en la general, subiendo al tercer peldaño del podio. Tras la descalificación de Alejandro Valverde por la parte de la UCI siguiendo una sentencia condenatoria del TAS por su implicación en la red de dopaje descubierta en la Operación Puerto, Intxausti subió una posición más, figurando segundo en la clasificación final oficial.
Intxausti concluyó esa sección primera de la temporada con su participación en la Vuelta a Asturias, donde ganó la contrarreloj disputada como sector vespertino en la tercera jornada en Piedras Blancas, triunfo que le sirvió para ponerse como líder provisional de la general. Sin embargo, en la siguiente etapa cedió el liderato frente Fabio Duarte, para acabar por último siendo tercero en la general, por detrás de Tino Zaballa (ganador de la ronda tras imponerse en la quinta y última etapa) y Duarte, los dos de equipos de categoría Continental.
Durante la disputa del Tour de Francia, que él no corrió, Miguel Madariaga hizo público que el equipo estaba inmerso en un periodo de negociaciones para reunir el presupuesto necesario para continuar en el pelotón en 2011, y explicó que si bien el equipo seguiría adelante cabía la posibilidad de que ciertos corredores estrella (que acababan contrato) no renovaran o dejara de ser ProTour. Madariaga apuntó directamente a Intxausti como uno de los hombres con menos opciones de seguir en el equipo al estimar excesivas las pretensiones económicas mostradas por el corredor a lo largo de las diálogos para su viable renovación, culpando de su no renovación (que, más allá de no estar aún confirmada, daba por hecha) al representante del ciclista. En los días consecutivos renovaron con el equipo puntales como Samuel Sánchez, Igor Antón, Romain Sicard, Egoi Martínez o Amets Txurruka, mientras que Intxausti confirmó (mediante una llamada telefónica al grupo de su representante Antonio Vaquerizas) que no renovaría con el equipo naranja. El vizcaíno se mostró satisfecho de su paso por el conjunto vasco y no descartó la posibilidad de regresar más adelante al grupo de su tierra , mientras que negó el rumor de que su no renovación tuviera que ver con no ser elegido para el Tour (puesto que era algo que había acordado con Galdeano antes) y destacó que su objetivo para la Vuelta a España era asistir al jefe de filas Igor Antón y ganar una etapa con final en prominente. Inxausti aseguró además de esto que si se iba no era por dinero y que la formación había hecho todo lo posible por retenerle, pero que su resolución de cambiar de aires era «personal» y basada sobre todo en su juventud y su deseo de «probar otras cosas».
Ya iniciada la Vuelta a España, el día que se disputaba la 3ª etapa de la Vuelta el diario El Correo publicó que Intxausti había llegado a un acuerdo con el Movistar Team de Eusebio Unzué (continuadora de Reynolds, Banesto y
Caisse d’Epargne) para las tres siguientes temporadas, noticia que fue confirmada esa mañana tanto por el equipo como por el corredor, quien se refirió a la escuadra navarra como «el más destacable equipo para crecer». En la etapa de ese día (con final en la ascensión al Castillo de Gibralfaro de Málaga) cedió diecinueve minutos, situación que atribuyó al calor. Su compañero Igor Antón ganó dos etapas y fue líder durante nueve jornadas, hasta el momento en que una caída en la 14ª etapa sendero de la ascensión final a Peña Cabarga le forzó a dejar. Intxausti, 151º en la general a 2h 23′ 21″ del líder y el peor clasificado del grupo naranja, cerró su desilusionante actuación retirándose en la siguiente etapa (con final en los Lagos de Covadonga) a la altura del quilómetro 50. Su pobre actuación contrastó de esta manera con las tres victorias de etapa cosechadas por el equipo (dos de Antón, y una de Mikel Nieve tras la retirada del primero) y las buenas sensaciones que había ofrecido nuestro Intxausti en el G. P. de Plouay antes de la Vuelta.
Intxausti firmó un contrato con tres años con el equipo español Movistar. Su fichaje por la estructura apuntada por Eusebio Unzué (continuadora de Banesto, iBanesto.com, Illes Ballears y Caisse d’Epargne, y por donde habían pasado corredores como Miguel Induráin, Pedro Delgado o Abraham Olano), que estrenaba esa denominación, coincidió con un instante en el que dicha formación estaba sin un líder claro al estar sancionado su jefe de filas de los últimos años Alejandro Valverde (suspendido un par de años por la Operación Puerto) y no haber fructificado las negociaciones para la incorporación de Alberto Contador (quien finalmente pasó al Saxo Bank comandado por Bjarne Riis). Intxausti coincidiría de este modo con ciclistas como Xavier Tondo, Marzio Bruseghin y David Arroyo.
En 2011 su comienzo de temporada se vio afectado al verse aquejado de una gripe, circunstancia que le impidió formar parte en el tercer mes del año en la París-Niza y el Critérium Internacional.
Debido a ello llegó mucho más corto de preparación de lo pensado a la Vuelta al País Vasco, donde sería entre los puntales del equipo junto a Xavier Tondo y David López García ante la sepa de un jefe de filas claro. Intxausti concluyó cuarto la ronda vasca: tras ceder 9″ en el repecho inaugural de La Antigua y llegar con los preferidos en Arrate, lo procuró sin fortuna desde lejos en Urkiola camino a Zalla, donde en la crono final se decidiría la clasificación general. El mejor clasificado del ganador por equipos Movistar tuvo que conformarse con la cuarta situación, a 16″ del podio, una vez que Chris Horner y Robert Gesink quedaran empatados a tiempos como segundo y tercero respectivamente, con Andreas Klöden como ganador. Un día siguiente disputó su carrera de casa, la Klasika Primavera, dejándose ver al lado de su excompañero Igor Antón en los por último ineficaces movimientos vividos en Montecalvo para terminar cerrando el conjunto de quince corredores que se jugó la victoria al sprint.
Posteriormente participó en las tradicionales de las Ardenas, completando una actuación discreta, con el vigésimo puesto en la Flecha Valona como mejor resultado. El corredor vasco cerró su primera parte de la temporada corriendo el Tour de Romandía, animado por las semejanzas que le hallaba con la ronda vasca. Intxausti finalizó la carrera romanda en el quinto rincón, a 22″ del podio cuyo tercer cajón fue para Alexander Vinokourov, y habiendo sido sexto en las dos etapas de montaña de los primeros días.
En mayo se trasladó a Sierra Nevada para afinar en altitud su puesta a puntito de cara a su debut en el Tour. Dicha concentración quedaría marcada cuando fue testigo directo del fallecimiento de su compañero Tondo, atrapado por la puerta del garaje de la vivienda que los dos compartían en Pradollano, instantes antes del entrenamiento que tenían sosprechado realizar ese día. Intxausti lamentó no haber podido evitar el «horrible» hecho, que supuso un precipitado final a su estancia en la sierra granadina.
Ya regresado a casa, no salió a entrenar las un par de semanas siguientes al hallarse abatido, perdiendo así su estado de forma. Su director Eusebio Unzué le llamó por teléfono a fin de que así como estaba previsto antes de la muerte de Tondo fuera al Critérium del Dauphiné, al entender que podía serle bueno tanto para evadirse en un nuevo ambiente para prepararse de cara al Tour. Aunque sus resultados fueron sutiles (acabó retirándose en la última etapa), admitió que le había resultado bueno para recobrar la motivación. Posteriormente participó en el Campeonato de España de ruta: tras procurar sumarse a Alberto Contador y su compañero José Joaquín Rojas en la última ascensión al Desierto de las Palmas, terminó siendo alcanzado por el conjunto que llegó a la misión de Castellón de la Plana a 28″ del ganador Rojas, finalizando de esta manera decimosegundo.
Intxausti asistió a su primer Tour de Francia como entre los puntales del Movistar, y con la motivación de que el fallecido Tondo le había encomendado la misión de ganar el maillot blanco al mejor joven, si bien el corredor prefirió ser cauto en sus declaraciones remarcando que debido a su condición de novato en la Grande Boucle debía ir día y a día. Sufrió una caída en la primera etapa, sin que en la radiografía posterior le fuera detectada fractura alguna. Seis días después, tras la accidentada séptima etapa en la que sufrieron caídas hombres como Bradley Wiggins, Chris Horner o Levi Leipheimer, le fueron efectuadas novedosas pruebas; aunque la RMN reveló que padecía una fractura en la cabeza del radio, decidió proseguir en carrera. Sin embargo, el día después se retiró durante el transcurso de la etapa que acabaría en Superbesse, al considerar que era absurdo seguir. Balance.
El vizcaíno regresó a la competición semanas después en el Circuito de Guecho y la Vuelta a Burgos, con la visión puesta en su participación en la inminente Vuelta a España. Sin embargo, en la prueba burgalesa sufrió una nueva caída que le mandó a la cuneta y le forzó a retirarse, descubriendo la consiguiente TAC que se había reabierto una fisura interna; este nuevo contratiempo volvió a apartarle de la bicicleta y su rutina de entrenamiento durante unos días, por lo que volvía a acudir a una gran vuelta sin hallarse en las mejores condiciones, Las consecutivas adversidades a las que había debido confrontar desde mayo le habían dejado además de esto «cansado, cansado, desalentado», y aunque se autodescartaba para la pelea por la clasificación general mostró su deseo de hallarse bien en la Vuelta para desquitarse. Ya en la ronda de españa, en la cuarta etapa se enfrentó a su regreso a Pradollano, la urbanización de Sierra Nevada donde había sido testigo del fallecimiento de su compañero Tondo y que acogía la meta ese día, reviviendo de esta forma nuevamente lo ocurrido; en esa ascensión final quedó además descolgado de los preferidos y se confirmó su predicción de que no podría aspirar a los puestos de honor en la general. Ya mediada la Vuelta fue segundo el día de Manzaneda, formando parte de la escapada que se jugó una victoria de etapa que fue para el veterano escalador David Moncoutié. La causa de su mejora fue la corrección de su postura sobre la bicicleta por parte del biomecánico Jon Iriberri al detectar que desde su caída en el Tour no pedaleaba apropiadamente con su pierna derecha, y el corredor resaltó la importancia que tenía para su ética ese buen puesto en la estación de esquí orensana. Aunque en un comienzo dio la sensación de que era junto a Bruseghin y Lastras uno de los tres únicos ciclistas del Movistar que no se vio perjudicado por una gastroenteritis de causa vírica en la etapa de Oyón a Peña Cabarga, al final sí se vio mermado por esa situación, y en el regreso a las carreteras vascas de la Vuelta tras 33 años de sepa no ha podido ser personaje principal en las etapas de Bilbao y Vitoria.
Beñat, el 21 de septiembre, fue entre los firmantes del comunicado en oposición a la nueva gestión deportiva del Euskaltel-Euskadi de cara a la temporada 2013 en la que, no renovaron a ciclistas vascos apreciados por la afición y compañeros del pelotón para fichar a corredores extranjeros (hasta esa fecha el equipo se componía solo de corredores vasco-navarros o formados en equipos del ciclismo amateur vasco-navarro). Estos corredores temieron que los extranjeros pudiesen eliminar puestos en la plantilla a corredores vascos y de esta forma se limitase la opción de ser profesional para bastantes de ellos.
Tras los buenos resultados en Giro y Vuelta la pasada temporada, el Movistar Team sigue confíando en Beñat como uno de los líderes del equipo para la temporada 2013. La preparación de Beñat Intxausti para el Giro fue muy regular, consiguiendo dos puestos de mérito en Vuelta al País Vasco y Tour de Romandía (4º y 5º respectivamente). También brilló en las clásicas de casa: Circuito de Guecho (9º) y Klasika Primavera (organizada por el club con el que comenzó en el ciclismo) donde consiguió un meritorio 4º puesto.
Estos resultados le hicieron llegar con una aceptable forma al Giro de Italia, donde asistiría como jefe de filas del equipo telefónico. Tras un principio regular, el ciclista vizcaíno logró hallar una buena situación el la general merced al buen trabajo del equipo en la contrarreloj por equipos de la 2ª etapa. El día 10 de mayo de 2013 se vistió por primera vez con la maglia rosa del Giro de Italia tras arrebatársela a Luca Paolini en la 7ª etapa con final el Pescara. Fue una etapa accidenta donde uno de los gallos de la carrera el británico Bradley Wiggins perdió cerca de minuto y medio con el grupo de favoritos a causa de una caída. Después perdería el liderato en una contrarreloj realmente difícil para él. Al final pudo conseguir un triunfo en la etapa 16 de este Giro, dedicándosela a Xavi Tondo
En septiembre de 2015 se dio a conocer que Beñat formaría una parte del equipo Team Sky durante los 2 próximos años, siendo el tercer español en el grupo inglés, al encajar con Mikel Landa y David López. A pesar de empezar la temporada con gran pie, quedando 2º en la 4ª etapa de la Vuelta a la Comunidad Valenciana y 3º en la clasificación general final, en el mes de marzo se le diagnosticó mononucleosis enfermedad que solo le permitió competir 15 días en todo el año, superándola a finales de año con la visión puesta en la temporada 2017.
Tras la recuperación de su patología, el ciclista vasco lo intentaría en el equipo de casa, siendo el fichaje estrella del equipo Euskadi Basque Country-Murias. Tras una temporada sin resultados y con muchos abandonos, el corredor comunicó en el primer mes del año de 2020 que se retiraba.