David Arroyo Durán (Talavera de la Reina, Toledo, 7 de enero de 1980) es un ciclista profesional español que compitió en la modalidad de ruta entre 2001 y 2018 y desde 2019 compite en la de montaña. Entre sus victorias como profesional, podemos destacar una etapa en la Vuelta a España 2008 y el segundo puesto en la clasificación general del Giro de Italia 2010, donde además de esto vistió la maglia rosa durante cinco días, hasta la anteúltima etapa.
Sobresale en las etapas de montaña al ser un ciclista Escalador, y en las carreras de tres semanas, aunque sufre en las etapas contrarreloj. Cuando era ciclista del Movistar Team, su temporada se centraba en dos picos de manera: uno en mayo para disputar el Giro de Italia y otro, en menor medida, para realizar el papel de gregario en el Tour de Francia o Vuelta a España, pero con su fichaje como jefe de filas por el Caja Rural, su temporada 2013 se centró en la Vuelta a España, acudiendo como principal partida del equipo.
Se inició en el ciclismo con trece años, en la categoría cadete, en el equipo ciclista Nieves de Parla. Con el cambio de cadete a juvenil pasó por el equipo Dormilón y Seguros Soliss, donde consiguió su primer triunfo de importancia, la victoria general de la Vuelta a Soria. Una vez acabada su etapa juvenil, ascendió a la categoría de principiante con el equipo gallego Aguas de Mondariz. Al año siguiente de fichar, su juventud y sus buenos resultados lo llevaron al Filial Saunier Duval, donde a la edad de 20 años consiguió el campeonato de España Sub-23 en el año 2000 festejado en la ciudad de Murcia.
David Arroyo se transformó en profesional en 2001 con el equipo español ONCE-Eroski comandado por Manolo Saiz, donde coincidió con corredores como José Iván Gutiérrez o Joseba Beloki, tercer clasificado del Tour de Francia. Su temporada comenzó en el mes de febrero corriendo la Challenge Vuelta a Mallorca, obteniendo como mejor resultado el vigesimosexto puesto en el Trofeo Magalluf-Palmanova. En junio, concluyó el 42º de la Clásica de los Alpes, después participó en la Clásica de San Sebastián y en el Giro del Piamonte, concluyendo el 17º de la clasificación.
En 2002, volvió a empezar la temporada en la Challenge de Mallorca y después corrió la Tirreno-Adriático y la Vuelta a Aragón sin resultados relevantes en ninguna de las disputas. En junio, disputó la Vuelta a Castilla y León, donde quedó en el puesto 26º de la general, finalizando octavo en la cuarta etapa con final en el Alto del Redondal. Su papel fue esencial a fin de que su compañero Isidro Nozal acabara cuarto de la general. En agosto participó en la Vuelta a Burgos donde ganó una época de contrarreloj por equipos adjuntado con Mikel Zarrabeitia y Ángel Castresana entre otros. A finales de temporada, disputó el Tour del Porvenir donde logró un esperanzador séptimo puesto en la clasificación general, que ganó el ciclista del Mapei Quick-Step Eugeni Petrov.
Comenzó 2003 participando en la París-Niza, donde concluyó en el puesto 57º, y además de esto contribuyó al segundo puesto en la clasificación general de su compañero Mikel Zarrabeitia, que acabó por detrás de Alexandr Vinokourov. Semanas más tarde corrió la Vuelta a la Rioja, finalizando 18º en la general, y quedando octavo en la tercera etapa. Durante el mes de mayo, disputó la Vuelta a Asturias, obteniendo su mejor resultado como profesional hasta la fecha, acabando en el quinto puesto de la cuarta etapa con final en el Santurario del Acebo y repitiendo quinto puesto en la clasificación final, por enfrente de corredores como Samuel Sánchez o David Moncoutié. La siguiente carrera que disputó fue la Vuelta a Castilla y León, donde confirmó su gran momento de manera, finalizando el quinto en la clasificación general final, igualado a tiempo con su compatriota Alberto Contador. Terminó su temporada corriendo carreras como el Giro d’Emilia, Clásica de los Puertos y la Subida a Urkiola.
Para la temporada 2004, tuvo que emigrar al grupo portugués el L.A. Pecol, debido, entre otras muchas cosas, a sus diferencias con el mánager del ONCE-Eroski, Manolo Saiz. Su temporada se centró exclusivamente en la Vuelta a Portugal, única prueba de renombre que su equipo disputó esa temporada. Como forma de preparación, compitió en diferentes carreras destacando el 14º puesto en la Clásica de Primavera, el 10º puesto en la clasificación general en la Vuelta a Castilla y León y la quinta situación en la Subida al Naranco. El 29 de julio comenzó la Vuelta a Portugal, donde las etapas de montaña llegaron en la cuarta etapa con final en Mondim de Basto. David atacó en las últimas rampas logrando su primera victoria como profesional, cuatro segundos por delante de Vicente David Bernabéu. La etapa reina llegó en la octava etapa con final en el Alto Da Torre, donde Arroyo se volvió a ver las caras con David Bernabéu. El talaverano ganó la etapa con 15 segundos de diferencia en relación a Bernabéu, pero que no fueron suficientes para ponerse líder de la carrera, quedándose a ocho segundos del liderato a falta de la contrarreloj final. De este modo, el español se convertiría en el primer ciclista en vencer en ámbas etapas reinas en un mismo año.Error en la cita: La etiqueta de apertura es incorrecta o tiene el nombre mal Finalmente, David terminó segundo en la clasificación general a más de 2 minutos del líder, finalizando primero en la clasificación de la montaña, por enfrente de Rui Lavarinhas y de los jóvenes, quedando segundo Sergio Paulinho y tercero David de la Fuente.Error en la cita: La etiqueta de apertura es incorrecta o tiene el nombre mal
Después de su gran actuación la temporada pasada, se incorporó a las filas del Illes Ballears-Caisse d’Epargne de Eusebio Unzué, equipo con licencia UCI ProTour, con corredores como Vladimir Karpets o Alejandro Valverde. En su primera temporada con el equipo español, no logró ninguna victoria, pero sí que consiguió debutar en una enorme vuelta, al estar entre los nueve corredores que disputarían el Tour de Francia de 2005. Su papel sería el de gregario de uno de los preferidos para ingresar en el podio de París, el madrileño Francisco Mancebo, que al final terminó cuarto en la clasificación general. David finalizó en el puesto 53º, siendo el séptimo clasificado por la clasificación de los jóvenes y el tercer mejor clasificado de su equipo que sirvió para que el grupo español concluyera como el quinto mejor equipo. Para terminar la temporada, acudió a la Vuelta a Alemania y al Tour de Polonia, finalizando en la 15ª posición en las dos carreras.
La temporada 2006 la comenzó participando en la Challenge de Mallorca, resaltando su 16ª posición en el Trofeo Soller, que ganó el italiano Paolo Bettini. En el mes de abril, participó en varias tradicionales como por poner un ejemplo la Clásica de Primavera, la Amstel Gold Race o Flecha Valona; destacando únicamente la quinta posición conseguida en la prueba de españa, que se adjudicó su compatriota Carlos Sastre con 12 segundos de diferencia con respecto a David. Después de las clásicas, acudió al Tour de Romandía, concluyendo en la decimoctava situación, con 5 minutos y 41 segundos perdidos con respecto al vencedor final, el australiano Cadel Evans. Como preparación del Tour de Francia, participó en la Volta a Catalunya, consiguiendo la victoria en la 5ª etapa, con final en Manlleu. La etapa fue ganada por Adolfo García Quesada, pero fue descalificado por fundamentos de dopaje, y se le atribuyó la victoria al toledano, segundo clasificado de la etapa por enfrente de sus otros compañeros de fuga, Eladio Jiménez y David Cañada, llegando con 55 segundos de virtud sobre el pelotón de favoritos. Siguiendo su puesta a punto para el Tour de Francia, participó en el Critérium del Dauphiné acabando el 18º en la clasificación por el maillot de líder, y séptimo en la clasificación del mejor escalador. Participó en su segundo Tour de Francia, donde su misión sería la de gregario de lujo de uno de los preferidos al podio de París, Alejandro Valverde, aunque por último el murciano debería dejar en la tercera etapa por una caída que le fracturaría la clavícula. Tras el positivo por dopaje del vencedor final, Floyd Landis, y su consecuente descalificación, Óscar Pereiro, compañero de equipo de Arroyo, se convertiría en el vencedor final de la ronda gala, siendo de esta forma el sucesor de Lance Armstrong en el palmarés. David finalizaría su segunda participación en el Tour, con un vigésimo puesto en la general, su mejor puesto en una enorme vuelta hasta entonces.
Empezó la temporada 2007, disputando la Vuelta a Andalucía, a diferencia de otros años donde participaba en la Challenge de Mallorca. Finalizó en la 31.ª posición de la general, que ganó su compatriota Óscar Freire. Luego de esta carrera, quedó en un meritorio decimosexto puesto en la Tirreno-Adriático, siendo el segundo mejor clasificado de su equipo tras Pablo Lastras, décimo en la general. Su próxima cita fue la Vuelta a la Rioja en el mes de abril, finalizando el 11º de la general, siendo la última carrera como preparación para lo que sería su primer Giro de Italia. Acudió a su primer Giro como jefe de filas del Caisse d’Epargne y mostró su enorme forma en la primera semana, quedando 8º en la cuarta etapa siendo el primer final en prominente. Conforme iban pasando los días, prosiguió estando con los preferidos, quedando en la undécima posición en las etapas 10ª, 12ª y 15ª; y 12º en la 14ª etapa con final en Bergamo. Finalmente, el talaverano terminó 10º en la clasificación general, siendo su primer Top Ten en una gran vuelta. También fue el primer español en la clasificación general del Giro. Luego de formar parte en el Giro de Italia, reposó prácticamente un mes hasta regresar a la competición, disputando el Campeonato de España de Ciclismo en Ruta festejado en Cuenca, que se llevó su compañero de equipo Joaquim Rodríguez. Arroyo apreció la inactividad y la falta de forma, y solo ha podido ayudar al equipo en los primeros km quedando en la 117 posición. Apenas seis días tras competir los torneos nacionales, comenzó el Tour de Francia siendo David Arroyo uno de los gregarios de gran lujo para Alejandro Valverde y Óscar Pereiro en la pelea por conseguir el maillot amarillo. Arroyo volvió a notar la falta de competición previa en las primeras etapas del Tour, pero aun de esta manera, no le hizo perder bastante tiempo en relación a los preferidos. Una vez llegaron las etapas de montaña, empezó a remontar posiciones, quedando 17º en la etapa con final en Plateau de Beille, entrando 2 segundos más rezagado que sus compañeros de equipo Valverde y Pereiro y de otros ciclistas de enorme calidad como Haimar Zubeldia. En la próxima etapa, Arroyo entró en la fuga con hombres como Alexander Vinokourov, Denis Menchov, Juanjo Cobo o Kim Kirchen. La escapada surgió en el quilómetro 47, en una jornada que acabaría con final en Loudenvielle, teniendo hasta 6 puertos puntuables. En el Port de Balés, Arroyo coronó en tercera posición, pero en el último puerto de la jornada, el Peyresourde (1ª categoría), Vinokourov arrancó para dejar a sus compañeros de fuga en las rampas del puerto. Al final el kazajo cruzó la línea primeramente, siendo segundo Kirchen. Días después, Vinokourov fue expulsado del Tour por dar positivo en un control antidopaje y la etapa pasó a ser de Kirchen, siendo Arroyo el quinto clasificado al final. Con la fuga del día previo, recobró tiempo respecto al líder Michael Rasmussen, pero en las próximas etapas fue cediendo hasta finalizar en 13ª situación de la general a 21 minutos y 49 segundos de Alberto Contador, vencedor final. Con los puestos de Valverde (6º), Pereiro (10º) y Arroyo, el Caisse d’Epargne consiguió un grandísimo tiempo en la clasificación por equipos, pero no fue suficiente para vencer al Discovery Channel, que metió tres corredores en el Top Ten, incluido el vencedor. Después del Tour compitió en la Clásica de los Puertos finalizando en 13ª posición, siendo su última carrera del año.
Después de poder su primer Top Ten en una clasificación general, volvió a centrar su temporada en el Giro de Italia 2008. En las primeras carreras del año resaltó en la Vuelta a Andalucía, siendo 13º y en la París-Niza acabando en la situación 27ª;David Arroyo gana la Subida a Urkiola pero cuando se encontraba concentrado con el equipo de cara a la prueba italiana, una caída grupal en un entrenamiento le fracturó la cabeza articular del radio izquierdo, lesión que le impidió correr el Giro. Dos meses tras la lesión, participó en el Tour de Francia con el propósito de intentar buscar una victoria de etapa y asegurar a Alejandro Valverde. En las primeras etapas se le notó la inactividad llegando en las últimas situaciones, hasta el momento en que en la 16ª etapa cogió la fuga del día. La fuga se resolvió en un esprint que se llevó Cyril Dessel, siendo Arroyo el tercero de la etapa. Finalmente terminaría la ronda gala en una meritoria 27ª plaza. Luego de acabar el Tour con sensaciones encontradas, participó en la Clásica de San Sebastián llegando después de los favoritos en 15ª situación y corrió la Subida a Urkiola, prueba que venció tras resolver un «mano a mano» con Juanjo Cobo, al final segundo. Continuando con su enorme forma, formó una parte del equipo que participó en la Vuelta a España, triunfando a Vasil Kiryienka en la 19ª etapa después de una fuga al lado del bielorruso. En un principio la llegada era para su compañero Valverde, pero las situaciones de la carretera le brindaron la posibilidad de jugarse la victoria, atacando a falta de 150 metros.
En la temporada 2013 cambia de equipo tras ocho años bajo el mando de Eusebio Unzué, se va a Caja Rural un equipo con una forma de pensar de reunir jóvenes promesas con corredores experimentados.
Se marcha de Movistar Team sin disputar ninguna de las tres grandes debido a problemas internos con el mánager del equipo Eusebio Unzué.
En Caja Rural disputará carreras de menor nivel pero va a ayudar a los jóvenes e intentará regresar a sentirse ciclista.
Debuta con el Caja Rural en el Tour de San Luis rivalizando bien, pero su mejor estado de forma lo coge en la Vuelta a Andalucía estando con los mejores pero múltiples caídas le obligan a retirarse. Después de un parón regresa en la Volta a Cataluña pero debido a un forúnculo tiene que pasar por el quirófano y le obliga a parar hasta junio perdiéndose sus propósitos: la Vuelta al País Vasco y el GP Miguel Induráin. Vuelve a la competición en la Clásica de Ordizia da un óptimo nivel y finaliza en tercera situación. Disputa la Vuelta a Burgos donde se deja ver en Lagunas de Neila atacando múltiples veces solo Nairo Quintana consigue vencerle y termina segundo en la clasificación general. El gran objetivo del año es la Vuelta a España donde procura batallar por una etapa y realizar una aceptable clasificación general, se mete en varias fugas pero no consigue ganar y en la general acaba en la 13ª posición.